Cryo Shaping

A través de estas ondas de presión, el masaje de compresión estimula el sistema circulatorio, generando un drenaje linfático y contribuyendo así con la eliminación de líquidos, grasas y toxinas que generan la celulitis, edemas, linfoedemas y trastornos venosos como las varices.

Los aparatos especiales hacen que se vayan inflando diferentes celdas del traje neumático recubren las piernas y el abdomen, y de esta forma, se aplica una presión secuencial sobre el cuerpo, en dirección centrípeta, es decir, hacia el centro, movimiento necesario para la realización del drenaje linfático.

Las sesiones de masaje de compresión suelen durar entre 40 a 60 minutos. Se deben realizar una o dos veces a la semana y dependiendo de lo que se quiera conseguir con ella se repiten durante 4 ó más semanas. 

Si la finalidad del tratamiento es un mantenimiento, puesto que la persona tiene una disfunción en su sistema linfático o circulatorio, las sesiones se recomiendan dos o más veces a la semana y de manera continua.

Los resultados se notan al acabar la sesión, la necesidad de micción es una de las señales más comunes que se tienen y que indican que el tratamiento a cumplido su función.

A largo plazo se obtiene una notoria mejora de la circulación, tanto sanguínea como linfática, se reduce el volumen de las piernas por efecto drenante, se previenen la celulitis y las varices, se consigue también tonificar las zonas tratadas y además es un masaje que produce mucho relax puesto que baja la tensión sanguínea pudiendo, en muchas ocasiones, la persona quedarse dormida.